¿Cómo Controlar Nuestros Pensamientos?
Hoy deseo compartir con usted una fórmula espiritual para combatir los pensamientos negativos, generalmente producidos por la preocupación, el miedo, la ira y la depresión. Algunos podríamos pensar que los líderes cristianos no enfrentamos estas luchas, pero eso no es cierto. El mismo apóstol Pablo escribió este mensaje desde una prisión romana, enfrentando dificultades extremas.
Regocijarnos en el Señor siempre
Filipenses 4:4 nos dice: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”. ¿Quién dijo esto? Pablo. ¿Dónde estaba cuando lo escribió? En una cárcel romana. Su gozo no dependía de sus circunstancias, sino de su relación con el Señor Jesucristo.
Cuando aprendemos a encontrar nuestro gozo en Cristo, podemos enfrentar cualquier situación con confianza. Este gozo es consciente, continuo y contagioso porque está fundamentado en Dios.
Recordar que Dios siempre está cerca
Pablo continúa en Filipenses 4:5: “Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca”. Esta frase no se refiere únicamente a la segunda venida de Cristo, sino a su presencia constante en nuestras vidas.
Jesús prometió en Juan 14:16 que enviaría al Espíritu Santo para que estuviera con nosotros para siempre. No importa cuán difíciles sean nuestras circunstancias, Dios está con nosotros y nos sostiene.
Reducir la preocupación mediante la oración
Pablo nos dice en Filipenses 4:6-7: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”.
La preocupación nos desgasta, nos divide entre el temor y la esperanza. Pero Dios nos llama a reemplazar la ansiedad con oración y gratitud. Cuando entregamos nuestras cargas a Dios, su paz guardará nuestros corazones y mentes en Cristo Jesús.
Desarrollar un espíritu de gratitud
¿Alguna vez se ha quejado de algo sin darse cuenta de que, en realidad, es una bendición? Muchas veces no valoramos lo que tenemos. Cultivar un espíritu de gratitud nos ayuda a reconocer la bondad de Dios en cada aspecto de nuestra vida.
Piense en la situación más difícil que enfrenta hoy. ¿Es demasiado grande para Dios? Por supuesto que no. Él tiene el control, y si podemos orar por lo grande, también podemos orar por lo pequeño.
Filtrar nuestros pensamientos
Filipenses 4:8 nos ofrece un filtro divino para nuestros pensamientos:
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.
Esto nos lleva a evaluar nuestros pensamientos antes de permitir que tomen residencia en nuestra mente:
- ¿Es verdadero? No dejemos que la mentira influencie nuestra vida.
- ¿Es honorable? No ocupemos nuestra mente con cosas deshonrosas.
- ¿Es justo? Pensemos con rectitud y equidad.
- ¿Es puro? Nuestros pensamientos deben ser dignos de ser presentados ante Dios.
- ¿Es de buen nombre? Solo debemos meditar en aquello que glorifica a Dios.
Así como en los aeropuertos hay controles de seguridad que impiden el paso de objetos peligrosos, debemos tener un filtro para nuestra mente. Si un pensamiento no pasa esta prueba bíblica, debemos rechazarlo de inmediato.
Filipenses 4:7 nos promete que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará nuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús. No podemos evitar que los malos pensamientos toquen la puerta de nuestra mente, pero sí podemos decidir si los dejamos entrar.
Si desea experimentar esta paz y entregar su vida a Cristo, le invito a orar sinceramente, pidiendo a Jesús que tome el control de su corazón y de sus pensamientos. Dios desea darle una vida llena de gozo, confianza y esperanza en Él.