¿Como busco el Reino de Dios y su justicia?
Una de las promesas de Dios que más escuchamos en predicaciones y ciertamente es muy alentadora y abarcadora.
También me parece que aquí está la clave para tener una vida victoriosa en Cristo y ser totalmente libre de preocupaciones.
Pero ¿Cuántos de nosotros entendemos realmente lo que significa esto?
¿Qué nos quiso decir CRISTO con esto?
¿Cómo lo aplicamos?
Para entender Mateo 6:33 debemos ver también su contexto.
En Mateo 6:25-32 podemos encontrar una introducción a esta promesa del Señor cuando CRISTO nos exhorta a no preocuparnos por las necesidades materiales como comida, vivienda y otras necesidades básicas.
La forma en que describe estas necesidades y preocupaciones me hace entender que CRISTO incluye toda necesidad posible que el ser humano pueda tener y no sólo las materiales.
Incluso nos pone en contraposición con sus otras creaciones que son de menor valor e importancia que nosotros (ej. plantas, animales, etc.).
Aquí CRISTO nos dice que si Él le provee todo lo que necesita a sus creaciones que son menos que nosotros, que somos su máxima creación hechos a imagen y semejanza de Dios (Gen 1:26), en Mateo 6 Él nos conforta diciéndonos que Él sabe de qué cosas tenemos necesidad antes de que se lo digamos e incluso antes de que nosotros mismos nos demos cuenta, pues Él es omnisciente.
¿Cómo no nos va a suplir a nosotros todas las necesidades mucho más abundantemente que al resto de la creación?
Y si sabemos que Dios mismo nos creó a nosotros y al universo entero, sabemos también que Él es más que suficiente para suplir todo lo que necesitamos.
En Romanos 8:32 nos confirma que Él nos dará todas las cosas cuando el apóstol Pablo dice: El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?.
Así que si nuestro Padre Celestial nos dio lo más grande, importante y valioso en el universo, ¿por qué escatimaría en darnos también otras cosas?
Somos tan importantes para Dios que dio la vida de su hijo amado, CRISTO, para que nosotros tengamos vida abundante y nada nos falte.
También podemos entender que CRISTO nos invita a que confiemos totalmente en Él para todas las cosas y pongamos toda la confianza en Él sabiendo que Él siempre quiere y siempre puede obrar a nuestro favor.
En el Salmo 37 encontramos una promesa que afirma a Mateo 6:33 (Salmo 37:5: Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. Y en el verso 34 nos dice Espera en Jehová, y guarda su camino, Y él te exaltará para heredar la tierra).
Claramente vemos que Dios nos exige confianza en Él, esta es la única forma en que los que servimos a Dios podemos tener victoria y tener una vida exitosa tanto en los asuntos espirituales como en los seculares.
De esta forma podemos vivir libre de toda preocupación en fe sabiendo que el Señor proveerá todas las cosas.
En Mateo 6:33, CRISTO nos muestra cómo alcanzar esta promesa de bendición indicándonos que debemos cumplir con dos condiciones para que veamos la realización de todas estas cosas os serán añadidas.
Estas son buscar primeramente el reino de Dios y, segundo, buscar su justicia.
Ahora veremos individualmente qué significa cada una de estas condiciones y cómo lograrlas.
Primero nos dice que busquemos, lo que requiere un esfuerzo de parte nuestra, y sabemos que todo aquel que busca encuentra, como dice en Mateo 7:8: Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
El Reino de Dios
Este término es mencionado por primera vez en los 4 evangelios del Nuevo Testamento.
Al comparar el evangelio según San Mateo con los otros 3 evangelios podemos ver que Reino de Dios y Reino de los Cielos son sinónimos.
La Palabra de Dios nos ha dado suficiente información para poder saber las implicaciones del Reino de Dios en nuestras vidas y cómo podemos sacar provecho de él y participar en los asuntos del reino.
Primero sabemos que todo reino tiene un rey.
CRISTO el Rey de reyes (Apocalipsis 17:14).
Vemos cuando en Lucas 17 los fariseos le preguntan a CRISTO cuándo llegaría el Reino de Dios y CRISTO les dice que no será un lugar aquí o allá, sino que el Reino de Dios está entre ellos.
(CRISTO estaba entre ellos) dando a entender que es un reino espiritual y no uno terrenal y que sólo Él lo trae a ellos.
También podemos ver un vínculo fuerte entre el Reino de Dios y su Justicia en el Salmo 97:2 cuando nos habla de cómo la justicia es cimiento de su trono, indicando que su reino está basado en la justicia.
En Romanos 14:17 nos da una definición del Reino de Dios: porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.
Aquí menciona que la justicia es parte de su reino y nos dice que el Espíritu Santo juega una parte esencial en alcanzar el Reino de Dios.
En Hechos 1:8 nos menciona que el Espíritu Santo nos dará el poder para testificar a otros de Cristo.
Este es el consolador que CRISTO promete en Juan 15:26, el que dará testimonio de Él para la evangelización.
Nosotros predicamos, pero es el Espíritu Santo el que hace la obra.
Esto nos da a entender que el Reino de Dios es Cristo en el corazón y estar lleno de su Espíritu Santo.
Esto lo podemos ver en Mateo 21:43: Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.
Esto ocurre cuando el evangelio de CRISTO es rechazado por su propio pueblo y lo ofrece a los gentiles (los gentiles son todo aquel que no es Judío).
En múltiples oraciones vemos cómo el evangelio de CRISTO y el Reino de Dios es mencionado de tal forma que nos indica que son lo mismo.
Otro ejemplo de esto está en Lucas 9:2: Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos.
CRISTO usó mucho las parábolas para explicar los misterios del Reino de Dios.
¿Cómo alcanzar el Reino de Dios?
Respondió CRISTO: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. (Juan 3:5)
Nacer de nuevo es aceptar a CRISTO como nuestro salvador personal, entregar tu vida a Él.
Para empezar, esto es lo primero y más importante, y es la única forma de llegar al Reino de Dios.
CRISTO es el único camino al Reino de Dios. Esto nos hará herederos de su Reino. (1 Corintios 15:50)
Debe ser bautizado en agua, pero sobre todo en espíritu. (Juan 3:5)
Estando dispuesto a sufrir por causa del Evangelio del Reino de Dios y a dejar atrás todo aquello que sea de estorbo o desagrade a Dios. (Mateo 5:10 y Lucas 9:61)
Haciendo tu máximo esfuerzo para lograr estar lleno del Espíritu Santo. (Romanos 14:17)
Amar a Dios con todas tus fuerzas y a tu prójimo como a ti mismo (Marcos 12:33-34).
CRISTO reinará sobre toda la Tierra y su reino no tendrá fin, y como recompensa a los que buscamos el Reino de Dios, reinaremos juntamente con Él.
Lea Romanos 8:17 y Apocalipsis 5:10.
Aquel que entre al reino de los cielos participará de todas estas cosas.
Su Justicia
¿Cómo podemos definir la Justicia?
La justicia en general puede definirse como una posición recta o comportamiento recto y de acuerdo con una norma ética.
Generalmente pensamos en el aspecto judicial y de las leyes cuando hablamos de justicia, y desde este aspecto se debe aplicar a todos por igual.
En particular, nos interesa conocer cuál es la Justicia de Dios y cómo alcanzarla.
El ser justo y hacer justicia es señal de que estamos sirviendo a Dios, como dice en 1 Juan 2:29:
Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él.
También la Palabra nos dice que si buscas justicia la encontrarás, como dice en Mateo 5:6:
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Justicia es hacer el bien, lo justo y es cumplir con los mandamientos de Dios.
Salmos 11:7:
Porque Jehová es justo, y ama la justicia; El hombre recto mirará su rostro.
Proverbios 21:3:
Hacer justicia y juicio es a Jehová Más agradable que sacrificio.
¿Y cómo buscamos la justicia de Dios?
De acuerdo a Romanos 3:22, se alcanza a través de la fe en CRISTO.
Primero debemos ser hombres y mujeres de fe.
Esto es lo más esencial para encontrar su justicia.
Romanos 4:3: Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.
También en Romanos 4:5 nos confirma que la fe en Dios es la forma de alcanzar su justicia.
Dios recompensa al que hace justicia (Proverbios 11:18).
Ahora que somos libres del pecado, debemos servir a la justicia (Romanos 6:18).
Debemos ser instrumentos de justicia en cuerpo, mente y alma.
Aquí se refiere a no usar el cuerpo como instrumento de pecado y a hacer con nuestras manos y cuerpo lo que es bueno y agrada a Dios (Romanos 6:13).
Debemos andar conforme al espíritu (Romanos 8:4).
Debemos tener amor (1 Corintios 13:6).
Debemos usar la coraza de justicia, que es parte de la armadura espiritual (Efesios 6:14).
Debemos estudiar y conocer la Palabra de Dios para que nos corrija y guíe a la justicia (2 Timoteo 3:16).
Amar a tu prójimo es contado como justicia (1 Juan 3:10).
La oración te mantendrá en el camino de justicia. Sé una persona de oración (1 Reyes 8:49).
Seguir los mandamientos de Dios nos lleva a la justicia (Salmos 119:172).
Sé humilde. Evita la vanagloria y no hagas justicia o el bien solo para que te vean (Mateo 6:1).
Ayudar al pobre y al necesitado es un acto de justicia que agrada a Dios (Job 29:12-14).
Otras formas de hacer justicia que agradan a Dios se mencionan en Jeremías 22:3:
Así ha dicho Jehová: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de mano del opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.
Obstáculos a la Justicia de Dios
Hacer justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos solo por las apariencias (Mateo 6:1 y Mateo 23:25).
El pecado no confesado (Juan 16:9 y 1 Juan 5:17).
La ira y el enojo (Santiago 1:20 y Romanos 2:8).
La mentira (Romanos 3:4).
La justicia propia (Filipenses 3:9).
Hacer el mal después de hacer el bien (Ezequiel 18:24).
Conclusión
Teniendo ahora una mejor idea de lo que es el Reino de Dios y su Justicia y cómo buscarlos, pongámoslo en práctica y descansemos en la sencillez de la fe, que Dios te añadirá todo lo que necesites y más.
Solo recuerda presentar a Dios en oración todas las cosas en fe, y Él enviará respuesta.
En mis propias palabras resumiría Mateo 6:33 en:
Dedícate a mí con todo tu esfuerzo y yo te recompensaré en abundancia de tal forma que no tendrás necesidad de nada.