Historia de la Biblia Reina- Valera
Antes de la famosa traducción Reina-Valera, ya se habían realizado algunas versiones del Nuevo y Antiguo Testamento en español. En 1542, Francisco de Encinas publicó una versión del Nuevo Testamento. En 1553, dos judíos realizaron una traducción del Antiguo Testamento, y en 1557, Juan Pérez de Pineda publicó otra versión del Nuevo Testamento. Sin embargo, el reto no era solo traducir, sino consolidar y distribuir el texto sagrado.
El catolicismo y sus reinos aliados hicieron de la censura una prioridad, impidiendo que estas traducciones circulasen. Las aduanas y fronteras estaban altamente vigiladas, y la Inquisición perseguía a los sospechosos. No obstante, Julián Illo Hernández, un hábil ayudante de imprenta español exiliado, decidió arriesgarse y contrabandear copias del Nuevo Testamento y material protestante hacia Sevilla. Aunque fue exitoso durante un tiempo, fue traicionado y quemado en la hoguera en 1560.
Las escrituras contrabandeadas llegaron al monasterio de San Isidoro del Campo, donde algunos monjes se convirtieron al protestantismo. Entre ellos estaban Casiodoro de Reina, Cipriano de Valera y Antonio del Corro, quienes huyeron en 1557, evitando la persecución de la Inquisición. A partir de entonces, comenzó un viaje lleno de peligros para Casiodoro de Reina, quien tenía en mente un objetivo claro: traducir la Biblia al español.
En 1558, Casiodoro llegó a Ginebra, pero pronto se trasladó a Frankfurt. En 1559 se mudó a Londres, donde se reunió con Cipriano de Valera. Allí, Casiodoro pastoreaba una iglesia de refugiados españoles. Sin embargo, su sueño de traducir la Biblia lo llevó a moverse entre varias ciudades europeas. En 1565, se estableció en Frankfurt, donde combinó su labor como comerciante de telas con la traducción bíblica.
El proyecto de la traducción recibió un gran impulso cuando Juan Pérez de Pineda dejó fondos para la impresión de la Biblia antes de su muerte en París. Pero justo cuando la Biblia estaba a punto de ser impresa en Basilea, el impresor murió, y se perdió el adelanto de dinero. A pesar de este revés, Casiodoro recibió apoyo financiero de amigos y finalmente, en agosto de 1569, se completó la impresión de la primera Biblia en español, conocida como la Biblia del Oso.
Casiodoro de Reina se basó en los textos originales en griego y hebreo, pero también revisó otras traducciones al español, como la de Juan Pérez de Pineda. Tras la muerte de Casiodoro en 1594, Cipriano de Valera realizó una revisión de la Biblia en 1602, lo que dio origen a la famosa versión Reina-Valera.
A pesar de los esfuerzos por distribuir esta Biblia, la Inquisición hizo todo lo posible para evitar que los laicos accedieran a ella. La versión Reina-Valera quedó casi en el olvido, y pasarían más de 300 años hasta que la Biblia pudiera traducirse legalmente en España.
Finalmente, en 1865, la Sociedad Bíblica Americana financió un importante trabajo de revisión, y en 1907 se formó un comité que dio lugar a la Reina-Valera 1909. La revisión más famosa, sin embargo, llegó en 1960. Desde entonces, la versión Reina-Valera ha sido la Biblia más popular entre los hispanohablantes, consolidándose como un pilar de la fe y el cristianismo en el mundo de habla hispana.
Esta historia de sacrificio y determinación es un testimonio del esfuerzo incansable por llevar la Palabra de Dios a todos, superando las barreras más difíciles.